ESPERANZA


Precísamente porque el mundo es injusto o imperfecto, como queráis decirlo, el hombre necesita la esperanza para vivir. Ciertamente, la esperanza no pasa de ser una manera de engañar al cuerpo: pero puede consolar, o puede inducir a la revuelta, que es otra forma de consolación, decía Fuster, sólo que de momento la revuelta se ha ido aplazando y nos quedamos sólo en el consuelo de la esperanza. Y así nos va. A veces hay situaciones o comportamientos que justifican esa esperanza, aunque sean una excepción, u otra manera de hacer la revolución.

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