Este comentario es del 20 de enero del año pasado. Lo he querido recuperar al hablar ahora de recortes y de 'entes inútiles' que deberían suprimirse para ahorrar dinero. Añado otro de 2010 donde hablaba del coste inútil de los sindicatos, o sea que la cosa ya viene de viejo. . .


Decía Joan Fuster en uno de sus aforismos, exactamente el 717 lo siguiente: "Un Sindicato que está en manos de los de arriba - sean éstos los que sean - será siempre un instrumento de opresión clasista (18-X-1954)". Cuando Joan Fuster lo escribió yo tenía sólo nueve años y no había pues unos sindicatos democráticos, sino el sindicato vertical franquista, aunque de hecho, poca o nula diferencia hay entre unos y otros, los sindicatos son un ente inútil actualmente, ya lo escribí hace unos meses, como los árbitros asistentes no sirven para nada, y si hay algo o actividad que no sirve para nada, sólo por costar dinero (240 millones de euros al año en el caso de los sindicatos españoles) al erario que todo el mundo sabe es público, mejor pues obviarlo y dejarlo correr. Pienso en ello cada vez que veo a Cándido Méndez (eterno vago en su poltrona), Fernández Totxo o Coscubiela. He dicho vago y, vago, lo dice Ignasi Riera en su último libro y lo suscribo: para ser sindicalista hay que ser vago y yo añadiría que bastante caradura.


"EL COSTE INÚTIL DE LOS SINDICATOS - MAYO DE 2010

Ahora que el Gobierno busca desesperadamente la manera de ahorrar dinero para rebajar su déficit público, además de romper el concordato con la Santa Sede, que ya he pedido en varias ocasiones se lleve a cabo, una de las otras medidas que podría tomar y que nos ahorraría unos 240 millones de euros anuales, es dejar de mantener a los Sindicatos. Los Sindicatos son un ente inútil que no sirve para nada, aparte de generar parásitos, que no aporta nada y que ya ni siquiera distorsiona.
El fracaso de las tradicionales manifestaciones del 1 de mayo de este año revela algo más que la pérdida de confianza de los trabajadores en sus sindicatos y el Gobierno socialista al que apoyan. Este fracaso patente el agotamiento del modelo de relaciones laborales del Estatuto de los Trabajadores de 1980. Los trabajadores se han dado cuenta que no pueden contar con ellos cuando tienen problemas, y han visto que funcionan ya a en cierto modo como una gestoría.

Si los Sindicatos quieren tener una razón de ser, que vivan de las aportaciones de los trabajadores afiliados, pero no del Estado. ¿Con qué fuerza podrán decir nada si se manifiestan contra quien les paga?. No es ningún tópico, es vivencia personal, en todas las empresas que he estado los más mantas de todos eran los enlaces sindicales, y de egipcios, más de uno, al menos uno que por la calle gritaba mucho y parecía muy agitador y luchador, y luego venía a recoger cada mes a recoger el diezmo que yo se lo abonaba en riguroso efectivo, claro, para tener paz social en la Empresa.

Lo que decía, si se rompe el Concordato con la Sante Sede, se deja de pagar la rémora esta los Sindicatos, y se suprimen algunos Ministerios, para no decir de dejar sólo dos o tres, al Sr. José Luís Rodríguez aún le saldrán las cuentas antes de irse. Si es que esto de la Economía es muy fácil, se aprende en un par de tardes, eso sí, tienes que ir a estudiar a Sevilla. "